¿Pesimista? Sí. Le doy muchas vueltas a las cosas. Pero es algo que no puedo controlar. Me gusta que todo esté perfecto. Que todo el mundo ria, le brillen los ojos, que sean felices… Tanto en sus vidas cotidianas, como cuando están cerca de mi. Quizás sea ésta última afirmación el que más me trae quebraderos de cabeza…

A veces me siento sola…

Ver todos los lados de un acto, o un acontecimiento, o un problema… Es uno de mis mayores puntos, de los cuales, expresarlo en forma de palabras, resulta algo conflictivo. Desde la persona que te parece que pueda ser un gran amigo o amiga, en el que ves que puedes desahogarte un poco, muestre desinterés o rechazo. ¿Hablo demasiado de mi? ¿de mis problemas? Eso he llegado a pensar…
Hasta la persona que más quiero, que más amo en el mundo, a quien quizás desilusiono por hacerle ver las cosas malas de algo, agobiándole.
Pero si todo eso es así, es porque he podido observar algunos aspectos en mi vida, que quizás no me han podido gustar mucho. Y lo que pretendo es poder evitar todas esas cosas “malas”, y buscar soluciones, o mejor dicho, sendas, por las que andar segura y asegurarme la felicidad. Pero no siempre lo consigo.
Hacia a la gente que está cerca, quiero darle todo lo mejor de mi. Que cuando estén conmigo, se sientan a gusto. Que encuentren en mi, una calma, un alivio… como ese alguien, que tiene en nosotros el significado de mejor amiga, o “como una hermana”.
Me gusta ayudar a la gente. Quiero hacer el bien a todos… pero también me gusta recibir (como a todos. Supongo…). Y yo creo que otro de esos problemas que tengo, es que me he dado cuenta de que mucha gente es mala. Y no con esto quiero decir toda. Porque sé, que hay quien tiene buen corazón. Pero siempre e tenido la mala “suerte” (si es que nos podemos basar en la suerte, o si existe de verdad…), de toparme con personas que no me han demostrado… He podido dar, y no haber recibido… Ya se que esta mal pensar en dar y esperar a que te den, es decir, que des a cambio de otra cosa. Pero siento decir, que mi filosofía funciona así. Porque en este mundo, nada te dan si tu no haces nada por ello. O al menos, si das, agradecerlo… ¿no? Y como he dicho antes, he podido dar, y no haber recibido. Y he podido esperar durante mucho tiempo esa recompensa, y nunca ha llegado.

¿Agobio? Demasiado. Pero es así. Pensar cómo actuar, que decir, cómo decirlo… para cada situación diferente… En el trabajo, amigos, gente mucho más cercana, como padres, tu chico… Sobretodo por él. Porque sé que durante mucho tiempo, antes de conocerle, he estado sola. Aunque estuviera acompañada, ese sentimiento lo seguía teniendo. Y puede que durante un largo tiempo, me hubiera sentido utilizada…
En él he experimentado el verdadero sentimiento de amor. Es la persona más maravillosa del mundo, por la que me levanto cada mañana. Y pienso en cuanto me queda para estar a su lado de nuevo. Porque solo él me a demostrado que se interesa y se preocupa por mí. Porque gracias a él, tengo ilusión y unos sueños que compartimos… En fin, ¿qué más puedo decir? Que la palabra amor se me queda pequeña cuando intento demostrar todo lo k siento por él. Me suena insuficiente decirle: ¡te amo! ¡te amo con locura!

Tengo miedo.
Me considero una chica con bastante carácter. Y es esto, uno de los motivos de nuestras discusiones. Pero sé de antemano, que en una relación de pareja, es algo que tiene que ocurrir. Lo bueno es que no discutimos mucho, aunque cuando ocurre, suelen ser algo fuertes. O no se si será porque lo veo yo así, y en realidad sean tonterías… El caso es que la mayoría de las veces son por mis agobios. Pero es que yo necesito expresarlo, soltarlo. Y no tengo a nadie con quien hacerlo. Solo le tengo a él… Y cuando lo hago, luego me arrepiento. Pero es algo que sale de mí, sin pedirme permiso… Siento que he callado bastante en mi vida pasada. Tanto, que ya la más pequeña gota que cae, desborda del filo de un pequeño baso… “Sale sin preguntar”.



Las cosas malas, el cómo actuar con cada situación y persona diferente, el si le sentará bien, si le gustará, los problemas del día a día, el trabajo, los estudios, el querer rendir bien en todo, en hacer feliz a la gente que en realidad me quiere, me aprecia, el darle todo de mí y como hacerlo, son todas las cosas que rondan por mi cabeza todos los días…
Soy exigente conmigo misma… ¿no? No puedo evitarlo.
Necesito ayuda.

City/Pais: España

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